Después de más de 50 años
Por qué el puesto de salchichas de culto tiene que cerrar definitivamente
¡Nunca más "Burenheidl" ni Frankfurter! Una circunstancia que probablemente habría puesto colorado al emperador Francisco I, que en una ocasión declaró que este último era su plato favorito después de probarlo. Dos siglos después, otro "emperador" tiene que cerrar su puesto de salchichas de culto.
Se pierde así otra pieza del patrimonio cultural de Linz. Desde hace más de 50 años, los amantes de las salchichas, jóvenes y mayores, piratas informáticos y trajeados, disfrutan por igual de Debreziners, Käsekrainers y compañía en el local situado entre Keferfeld y Untergaumberg, pero ahora ha llegado el final del camino. El puesto de salchichas ya no funcionará como tal. Pero no, como por desgracia ocurre a menudo en el sector de la hostelería hoy en día, porque el personal o los clientes se marchen.

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