Woltron piensa fuera de la caja

“The Donald” y “Sleepy Joe” contra un mundo nuevo

EE UU se enfrenta a un mundo completamente cambiado: una poderosa China que, junto con Rusia y el Sur global, va camino de convertirse en superpotencia. Europa no debe ser aplastada. Y nadie sabe qué ocurrirá después de las elecciones del 5 de noviembre de 2024.

Desde que el Consejero de Seguridad Nacional de EEUU, Brzesinski, describiera el mundo como un "gran tablero de ajedrez" en 1991, las condiciones en el globo han cambiado significativamente. "¡América primero!" fue en su día el lema de Ronald Reagan, con el que ganó las elecciones de 1984. Donald Trump eligió el mismo eslogan en 2016.

Reagan se enfrentó en su día a una Unión Soviética que sufría graves problemas económicos, una guerra imposible de ganar en Afganistán y el desastre nuclear de Chernóbil. Los ancianos de Moscú no tenían energía para detener el colapso que se produjo en 1991. El amargo dicho se hizo legendario: "Ayer, el camarada Chernenko, Secretario General del PCUS, reanudó la actividad gubernamental sin haber recobrado el conocimiento".

Desde entonces, Estados Unidos es la única superpotencia. Tiene el ejército más fuerte y la economía más grande. El dólar es la moneda dominante en el mundo. EEUU es un miembro importante de las organizaciones internacionales (Naciones Unidas, OTAN, Banco Mundial). Marca la pauta en la música popular, el cine y el entretenimiento. Silicon Valley domina la tecnología de la World Wide Web y la inteligencia artificial.

Estados Unidos se enfrenta a todas estas adversidades con un anciano de 81 años como presidente.

DI Dr. Klaus Woltron

Las mayores agencias de noticias (Associated Press y Thomson Reuters) tienen su sede en Nueva York. El Servicio Secreto estadounidense, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) husmean en busca de secretos por todo el mundo. Las escuchas del teléfono móvil de Angela Merkel en 2013 se hicieron legendarias, y la influencia sobre la opinión pública mundial a través del "poder blando" de los medios de comunicación, la industria cinematográfica y musical, el enorme aparato diplomático y los recursos financieros es evidente. Pero ahora el Presidente Joe Biden (81) se enfrenta a un mundo que ha cambiado enormemente.