"Krone" en el lugar:
Miedo y rabia por los pirómanos del bloque de viviendas sociales
Tanto la semana pasada como el sábado por la noche, el bloque de viviendas sociales de Simmeringer Muhrhoferweg fue asaltado e incendiado. Mientras algunos vecinos se afanan en limpiar los restos carbonizados de sus sótanos, otros ya no se fían de nadie. Una inspección local de "Krone".
El sol brilla con fuerza, numerosas familias y jubilados aprovechan la tarde del sábado para dar un paseo preprimaveral por el frondoso y verde parque que rodea el enorme edificio municipal situado entre Muhrhoferweg y Flammweg. Durante la inspección in situ del "Krone", no hay muchos indicios de que la situación en el complejo de casi 1.000 pisos sea tensa debido a los presuntos ladrones en serie e incendiarios.
Los pirómanos atacaron a sólo 50 metros de la comisaría de policía
Sólo al acercarse a las escaleras 14 y 16, situadas en el mismo bloque de pisos y a sólo cincuenta metros de la comisaría de Sängergasse, se ven las ventanas del sótano arrancadas y las fachadas ennegrecidas. El sábado por la noche, un incendio arrasó las habitaciones del sótano: numerosos residentes tuvieron que ser sacados al exterior por los bomberos.
Todavía no tengo miedo, pero hace tiempo que nuestro barrio no es divertido.
Franz M. sah die Flammen von seinem Balkon aus
Luces azules todas las semanas: "Otra vez no"
Esas mismas luces azules también irritaban a Erna (nombre ficticio a petición). A pesar del drama, la vivaracha jubilada conduce el "Krone" al sótano carbonizado con una sonrisa y una linterna. La semana anterior, el 14er Stiege ya se había llenado de camiones de bomberos: una chica de 16 años sufrió una grave inhalación de humo en el infierno, también en el sótano. "Otra vez no", pensó Erna mientras los bomberos se dirigían a su escalera. De todos modos, se quedó en su piso.
Jardín de infancia en la planta baja del parque de bomberos
Sin embargo, la mayoría de los residentes fueron evacuados al exterior. El hecho de que el incendio no se declarara durante el día es un alivio para muchos. Al fin y al cabo, en la planta baja hay una guardería. Es difícil imaginar lo que podría haber ocurrido. Ahora muchos residentes temen posibles incendios en el futuro. Se sospecha de cualquiera que se comporte de forma sospechosa. Erna tampoco quiere abrir la puerta a nadie.
Disturbios en torno al Muhrhoferweg
Desde entonces, el barrio no ha querido calmarse. Poco después de que el "Krone" abandonara Muhrhoferweg el sábado, los bomberos corren hacia Sängergasse. Todo despejado, ningún incendio provocado. Se quemó un almuerzo. Unas horas más tarde, una mujer de 58 años muere en un incendio en su piso de Lorygasse. Aquí tampoco había nada que sugiriera un incendio provocado.
En Muhrhoferweg, sin embargo, la gente ya teme el próximo fin de semana. Aún no se ha detenido a nadie. En los años 70, una serie de incendios mantuvo en vilo al vecindario. Por cierto, los incendios fueron provocados por un conserje.












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